Una vez un rico se acercó a Jesús y le dijo:
- ¿Maestro bueno que he de hacer para tener en herencia vida eterna?
–¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: ‘No cometas adulterio, no mates, no robes, no mientas en perjuicio de nadie y honra a tu padre y a tu madre.’
- El hombre le dijo:
- Todo eso lo he cumplido desde joven.
- Al oírlo, Jesús le contestó:
- Todavía te falta una cosa
Y cuando el joven rico escuchó de qué se trataba eso que le faltaba, se puso triste, pues era precisamente eso que no estaba dispuesto a dejar.
Y nos ponemos a pensar, que es eso que a nosotros nos ata. Porque muchos podrán decir:
- “Ahhh, dejar riquezas, dejar amigos, yo lo haría o lo hago por el señor”
Muy bien, hay cosas que son fáciles de dejar para algunos y a otros les ata más el corazón. Pero esa cosa que nos falta, es diferente para cada uno. Tal vez si hubiese sido un alfarero que amara hacer sus jarrones y ollas, le hubiese dicho deja tu arte y sígueme.
¿Y si hubiese sido un hombre pobre que fue huérfano?
Alguien me dijo que se ama a Cristo en la medida que renunciamos a nosotros mismos. ¿Pero que es renunciar a nosotros mismos? ¿A caso el quiere que lo sigamos pobres? ¿O huérfanos? ¿O llanos?
Y si el rico, aun con tristeza en su corazón hubiera dicho:
- Hecho maestro, te sigo.
Y entonces el joven rico hubiera ido y regalaba todo, por seguir a Cristo. Pero aun con dolor en el corazón por dejar esas posesiones que tanto ama. ¿Hubiera valido de algo su acto, aunque su corazón aun tambaleara? ¿Será que después hubiese hallado paz al pasar el tiempo y entregado a Cristo completamente? ¿O el era de esos que dice la escritura que muchos son los llamados pero pocos los escogidos? ¿La intención es lo que cuenta?
El joven rico, ese que preguntó que tenía que hacer para obtener un premio con Dios.
Te pregunto y contéstatete tú a ti mismo, a Dios. ¿Porque lo sigues? ¿Quieres tener en herencia la vida eterna? ¿No quieres pisar el Hades? ¿Tal vez por qué lo amas?
Te pregunto lo siguiente:
¿A Dios hay que amarlo o temerlo? ¿Qué implica cada cosa?
¿Por qué seguir a Cristo? ¿Por qué buscar a Dios?
Muchos contestan fácil, ya se saben la pregunta: “Porque amo a Dios, porque El cambió mi vida, porque El me da la paz que nunca había encontrado, porque El es grande y misericordioso”
Y me pregunto si esas respuestas serán de ellos, o solo las repiten como las han aprendido, con la vehemencia que la emoción les otorga.
Si yo estuviera frente a Jesús, pidiéndole seguirlo, estaría en un lugar muy similar al rico. Conozco la escritura y he guardado los mandamientos desde mi juventud, he tropezado en algunos, pero en general, no soy de los impíos, ni mucho menos. Según yo, estoy haciendo con mi vida y mis actos, una vida limpia (en lo humanamente posible) y recta.
Pero viene Jesús y me dice:
- HENRY, TODAVIA TE FALTA UNA COSA.
Y yo pienso. No es familia lo que me ata, no son amigos, no son posesiones, no es mi arte, no es trabajo. Muchas cosas ni siquiera las tengo, ni siquiera las he buscado, así que dejarlas, si las tuviera…
Pero hay anhelos. Hay anhelos del corazón, cosas que no tengo pero si he buscado, Nunca he tenido, pero son importantes y llenan mi corazón.
Entonces El me dirá:
- - Renuncia a tus anhelos, ven y sígueme.
Y entonces, Oh joven rico, estoy justo en tus zapatos, pero yo no soy tu. ¿A quién les regalo mis anhelos que son muy míos? ¿Cómo callo mi corazón con sus afanes? ¿A poco solo se presiona el botón y ya? Pero tomo la resolución:
- Está bien, no es algo que pueda hacer fácil, pues son anhelos de juventud y han estado conmigo de años, pero si es lo que necesito hacer, lo haré. Solo déjame acompañarte mientras se apagan, mientras se evaporan.
Y la pregunta es: ¿Por qué quisiera Cristo que renuncie a mis anhelos? A caso le gusta que le siga gente estoica? ¿Por qué quiero yo seguirlo, tanto lo amo?
Y he aquí donde me encuentro.
¿Lo admiro?: Si, y mucho. ¿Lo amo?: No podría decir que sí.
¿Porque querer seguirlo entonces?
Sé que El me ama, me lo ha demostrado en muchas ocasiones, no con bienes materiales, no con deseos cumplidos (de hecho casi nunca me cumple nada, Padre riguroso ha sido conmigo). Pero ha procurado bendecirme en esos momentos que yo por necedad no he querido buscarlo ni pedirle nada. Me ha dado conocimiento e inteligencia y me ha presentado situaciones que me han hecho dudar y me han hecho también convencerme. Me ha mostrado situaciones donde no alcanzo a comprender porque se actúa de tal modo y me ha permitido sembrar la semilla en mi corazón de mejorar esas cosas. He ha dejado ir y venir y sentirme libre y cada vez me ha recibido con los brazos abiertos. Como un hijo libertino, no estoy acostumbrado a sentir que amo a mi padre, pues considero las muestras de cariño sentimentalismos fuera de mi estatus.
Pero estoy cansado de este andar. Y El ha puesto en mi camino a hermanos que como yo, están justo en este punto. Avergonzados, con anhelos, con dudas, con carga extra en el corazón (y no me refiero a pesares que queramos que EL nos sane). Pero que sienten que el Padre no ha dejado de llamarnos y quiere recibirnos.
¿Porque hay algo a que renunciar?
Porque Dios solo nos pide una cosa, solo quiere una cosa, solo nos invita a una cosa: Que lo amemos más que a nada. Quiere, busca una relación completa, El-Nosotros (YO). Sin nada más importante en el corazón. Yo pienso que no es que tiremos nuestros anhelos, sino más bien, que ellos no gobiernen nuestra vida. Que el primer lugar sea en El. No quiere privarnos de nuestros anhelos, al igual que no quería la vida de Isaac.
Por eso hoy estoy aqui, entregandome tal cual estoy, y buscando mi lugar en su rebaño. No quiero pedirle nada, porque ya mucho me ha dado y me dará sin que le pida. Quiero darle, quiero ofrendarle lo único que puedo dar: Mi compromiso.
Soy impulsivo, soy apático, soy reflexivo, indeciso, soy entusiasta, soy un cumulo de fases y contradicciones, pero se que el me tiene un lugar justo para todas mis peculiaridades y me sabrá indicar, cuales ya no son necesarias.
Aqui estoy, amigos, hermanos de cada viernes. Aqui estamos, comenzamos.
1 comentario:
orale, no habia leido esto!!!
WOW fue en octubre y ahora donde estas?
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